23 noviembre 2006

Alemania Generosa


Un grosso en serio Michael May. Envidiable sus convicciones y la manera de llevarlas a cabo. Envidiable también porque además de pensar de una manera muy particular, llevó adelante esas ideas con algo que te toca: un par de millones de euros. Una cosa es decir y llenarse la boca con ideas "progres" pero otra totalmente diferente es, además, demostrarlo con dinero.

¿Pero quién este tal Michael May y por qué digo que es un grosso? Primero lo primero.
Hace un par de semanas, en el diario madrileño El Pais (www.elpais.com) salió una nota titulada "La herencia es para los marxistas" la que resumo para que se entienda a qué me refiero: Un prejubilado alemán de 57 años heredó tras la muerte de su madre, 2,5 millones de euros (¡¡¡casi 10 millones de pesos argentinos!!!) los cuales donó a un partido Marxista Leninista de Alemania, que apenas tiene 2300 afiliados y no cuenta con representación en el gobierno. Los fundamentos del generoso: "Yo no necesito el dinero. Mis padres ya me dieron suficiente: una educación, estudios, una formación intelectual para valerme en la vida". De la misma manera, considera que su hija de 29 años ha tenido todas las facilidades para estudiar y labrarse un futuro y no necesita este dinero. La herencia "procede de los ahorros de toda la vida de mi padre" dijo el gran Michael.
Igualmente recomiendo leer toda la nota para que vean todo lo que este arquitecto dice sobre el tema. Aquí fue sólo un mini extracto.

Pero es un grosso. Más allá de que esté o no de acuerdo con sus ideales políticos, lo realmente llamativo de este personaje es que aunque no sea un multimillonario done un par de estos a un partido político, que podría haber sido cualquier otro: uno de derecha o de centro, o un club de barrio o una iglesia, o lo que sea. Lo que me ilusionó de esta persona es que él diga que no necesita más dinero que el que tiene y que a su hija le dio todo lo que pueden necesitar para valerse por sí misma. Quizá la hija lo haya querido matar cuando se enteró de esto... lo más probable. Pero a él no le importó e hizo lo que le indicaron sus ideales. En un mundo que se mueve por el dinero, la codicia, el poder, querer tener cada vez más sin importar a cuántos habrá que pisotear en el camino, de repente llega un ciudadano primermundista y nos da una lección a todos los otros pequeño-burgueses-proletariado.
Quedan pocas personas como Michael May. Yo mismo me pregunté si hubiese hecho lo mismo estando en su situación. Y llegué a la (no muy difícil) conclusión de que no lo hubiese hecho ni loco: ¡¡son 2,5 millones de euros!!
Hoy en día casi es imposible encontrar a una persona así, porque, repito, todos podemos en la teoría, decir cosas similares, pero en el momento de la verdad, cuando se está hablando de billetes no muchos seguirían adelante.
Me encantó enterarme de que en el mundo quedan personas como May, y quizá en Argentina necesitemos de algunos como él para salir del lugar en donde estamos ¿no? Porque estarán de acuerdo conmigo que el nuestro no es sólo un problema de los políticos que tenemos sino también de la sociedad de donde salieron. Y la sociedad somos todos los argentinos que la conformamos.

No pretendo dar una lección de moral o comportamientos ejemplares. Sólo dar a conocer un caso que más allá de su humanismo, pasó bastante desapercibido en la mayoría de los medios masivos de desinformación.

Hasta la próxima.

Saludos. JMQ

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